Royal Blood
A propósito de
Royal Blood: Un asalto sónico desde Brighton que se siente más grande que sus partes constituyentes, el dúo de Mike Kerr y Ben Thatcher ha pasado la última década demostrando el poder de que menos es más. El tono de bajo meticulosamente esculpido de Kerr, a menudo confundido con una guitarra, forma la base de su sonido, un muro atronador y empapado de fuzz respaldado por la batería implacablemente impulsada de Thatcher. Su sonido es un potente cóctel de arrogancia blues-rock, pesadez stoner rock y una mueca punk rock, que recuerda la energía cruda de los primeros White Stripes pero con un toque decididamente moderno. Emergiendo en 2013, Royal Blood ascendió rápidamente, impulsado por feroces presentaciones en vivo y un álbum debut que se convirtió en el debut de rock británico de venta más rápida de la década. Su lanzamiento homónimo los catapultó al estatus de cabeza de cartel de festivales, solidificando su lugar como una fuerza a tener en cuenta. Los álbumes posteriores, *How Did We Get So Dark?*, *Typhoons* y *Back to the Water Below*, exploraron diferentes texturas sónicas, incorporando elementos de dance-rock y psicodelia, al tiempo que conservaban la intensidad central. Su éxito no solo proviene de su sonido, sino también de su autenticidad: una conexión cruda y sin pretensiones con su audiencia que continúa resonando en todo el mundo. Si bien las colaboraciones no han definido su discografía, su influencia en el resurgimiento del rock despojado es innegable. Ahora, profundamente arraigado como un acto capaz de llenar estadios, la banda continúa de gira, habiendo lanzado recientemente *Back to the Water Below*, lo que demuestra que el power dúo aún sabe cómo electrificar a una audiencia.
