Joy Crookes

A propósito de

Joy Crookes no solo canta; excava el alma. La artista del sur de Londres, impregnada de los sonidos de su herencia irlandesa-bangladesí, ofrece un tapiz sonoro tejido con jazz, soul, R&B y los fantasmas de décadas pasadas. Su álbum debut, "Skin", fue menos una colección de canciones y más una autobiografía cruda y sin filtros puesta en música, catapultándola de favorita del underground a querida por la crítica. El ADN musical de Crookes se nutre del timbre ahumado de Amy Winehouse, la honestidad inquebrantable de Nina Simone y el filo contemporáneo de Jorja Smith. Esta mezcla se manifiesta en temas como "Feet Don't Fail Me Now", un poderoso himno de autopreservación impulsado por una línea de bajo contundente. Más allá de su voz cautivadora, la composición de Crookes aborda los problemas sociales con valentía inquebrantable. Explora temas de identidad, pertenencia y las complejidades del amor moderno con la destreza lírica de un poeta experimentado. Esta perspectiva intransigente ha resonado profundamente, ganándole nominaciones para el Mercury Prize y los BRIT Awards. Crookes es más que una cantante; es una comentarista cultural, una voz para los subrepresentados y un testimonio del poder de la autoexpresión auténtica. Si bien sus proyectos futuros permanecen en secreto, la expectativa es alta de que Joy Crookes continúe superando los límites y redefiniendo lo que significa ser una artista soul moderna.