Cage The Elephant

A propósito de

Desde Bowling Green, Kentucky, Cage The Elephant no llegó discretamente; irrumpieron en la escena con una energía cruda y frenética que se sentía a la vez nostálgicamente garaje e innegablemente fresca. No solo están tocando rock; lo están desmantelando y reconstruyendo, pieza por pieza, de manera impredecible. Su sonido, un cóctel volátil de gruñidos punk, arrogancia blues y exploración psicodélica, tiene deudas con The Pixies, The Stooges e incluso un toque del primer Beck, todo filtrado a través de una lente singularmente sureña. Su álbum debut homónimo en 2008, impulsado por el contagioso "Ain't No Rest for the Wicked", los lanzó a la corriente principal, pero se negaron a ser encasillados. Álbumes como *Melophobia* y *Tell Me I’m Pretty* los vieron experimentar con diferentes texturas y profundidades líricas, demostrando su evolución. Un premio Grammy por *Social Cues* solidificó su aclamación crítica. Han cultivado una base de fans ferozmente leal con sus electrizantes presentaciones en vivo, que a menudo rayan en el arte performativo. Cage The Elephant continúa superando los límites, experimentando con nuevos sonidos y visuales, recordándonos que la música rock aún puede ser impredecible, peligrosa y profundamente, profundamente emocionante.