Roberto Alagna
A propósito de
Roberto Alagna no es simplemente un tenor; es una fuerza teatral, un siciliano ardiente que enciende los escenarios con una pasión que roza la furia operística. Firmemente arraigado en la tradición del verismo italiano—piensen en la emoción cruda de Puccini y la energía visceral de Mascagni—, la voz de Alagna posee una dulzura lírica que le permite navegar por el exigente repertorio de la ópera francesa con la misma desenvoltura. Su temprana carrera, marcada por triunfos en concursos internacionales, lo catapultó al escenario mundial a finales de los 80 y principios de los 90, con roles como Alfredo en *La Traviata* convirtiéndose en sellos distintivos instantáneos. El impacto de Alagna se extiende más allá de la destreza vocal. Su compromiso con la interpretación dramática, junto con una presencia escénica magnética, insufla nueva vida a roles familiares. Ha abordado con valentía obras desafiantes, demostrando una agilidad vocal y una resistencia raramente vistas en la actualidad. Ha suscitado controversia, especialmente al abandonar el escenario a mitad de una representación de *Aida* en La Scala, pero esto solo sirvió para solidificar su reputación como un artista que se niega a comprometer su visión artística. Entre sus colaboraciones notables, se encuentran las asociaciones con Angela Gheorghiu (su ex esposa), con quien forjó una química ardiente en el escenario. Su trabajo reciente continúa explorando la amplitud del repertorio operístico, reafirmando su estatus como uno de los principales tenores de nuestro tiempo.
