Panic! at the Disco, un nombre sinónimo de evolución teatral pop-punk, no solo cabalgó la ola emo de mediados de la década de 2000; orquestó su carnaval más extravagante. Emergiendo de Las Vegas, la banda inicialmente fusionó la energía frenética del pop-punk con la excentricidad barroca de bandas como Queen, una mezcla que definió su debut, *A Fever You Can't Sweat Out*. Su sonido se transformó constantemente, deshaciéndose de su piel pop-punk para una paleta más diversa. Desde la psicodelia Beatle-esca de *Pretty. Odd.* hasta el power-pop sintético de *Death of a Bachelor*, Panic! se reinventó constantemente, siempre con Brendon Urie al frente. Este cambio de forma sonora, junto con la voz imponente y el carisma innegable de Urie, los impulsó al estatus de llenar estadios. Las colaboraciones con artistas como Travis Barker y Butch Walker ampliaron su atractivo, mientras que su inclinación por los elaborados espectáculos escénicos cimentó su reputación como un acto en vivo imperdible. Si bien la disolución oficial de Panic! at the Disco a principios de 2023 marcó el final de una era, su influencia en la música alternativa, particularmente en la adopción de la teatralidad y la combinación de géneros, sigue siendo innegable. Su legado perdura a través de legiones de fanáticos que abrazaron su sonido salvajemente inventivo y su individualidad sin complejos.