Pablo Bozzi no se limita a resucitar el Italo disco; lo disecciona meticulosamente, reensamblando sus brillantes estructuras de sintetizador con la precisión clínica de un cirujano y la energía cruda de un punk rocker. El productor italiano afincado en Berlín se ha labrado un espacio singular en el panorama de la música electrónica, donde los arpegios al estilo de Moroder chocan con el pulso implacable del EBM y el atractivo sombrío del darkwave. El sonido de Bozzi, perfeccionado a través de lanzamientos en sellos como Pinkman, Dischi Autunno, y su propio "Unknown Precept," es un viaje a un futuro distópico iluminado con neón, musicalizado por sintetizadores vintage e impulsado por un sentido de urgencia distintivamente contemporáneo. Su gran avance llegó con una serie de EPs que mostraron su dominio del hardware analógico y su habilidad para crear melodías contagiosas que se entierran profundamente en el subconsciente. Más allá del club, el impacto de Bozzi radica en su dedicación a preservar e innovar dentro del sonido Italo. Colabora con frecuencia con espíritus afines, difuminando aún más las líneas entre los géneros y ampliando la paleta sonora de la música electrónica. Continúa de gira extensivamente, llevando sus sets pulsantes y cargados de sintetizadores a las pistas de baile de todo el mundo. Es menos un revivalista, más un reconstructor, forjando un futuro para el Italo diseccionando su pasado.