
Mikey Dangerous no solo hace música; está creando un tapiz sonoro tejido con los hilos de su herencia jamaiquina e influencias globales. No es un revivalista típico del dancehall; Dangerous mezcla la energía bruta del roots reggae y el bashment con una sensibilidad decididamente moderna, casi electrónica. Imaginen a Toots and the Maytals filtrado a través del prisma de una cultura de sound system moderna. Lleva años perfeccionando su arte, construyendo una base de fans dedicada a través de giras incesantes y un flujo constante de lanzamientos que muestran su destreza lírica y su energía contagiosa. Sus momentos decisivos llegaron no solo a través de la difusión radiofónica, sino también a través de la escena rave underground, donde sus canciones se convirtieron en himnos para una generación que anhela sonidos auténticos y contundentes. El impacto cultural de Dangerous reside en su capacidad para cerrar la brecha entre la música jamaiquina tradicional y la cultura club contemporánea, presentando a un nuevo público el poder de las letras conscientes y el ritmo. Las colaboraciones con artistas como