Meghan Trainor no es solo otra golosina pop; es una compositora segura de sí misma que transformó la estética retro y la positividad corporal en una fuerza dominante en las listas de éxitos. Combinando el encanto del doo-wop con sensibilidades pop modernas, Trainor se labró un nicho sonoro único. Su debut, "Title", explotó con el himno sin complejos "All About That Bass", una canción que defendió las curvas y provocó una conversación global sobre la imagen corporal, a la vez que hacía sutiles guiños a los sonidos de los grupos de chicas del pasado. La trayectoria de la carrera de Trainor es un testimonio de su destreza en la composición de canciones. Inicialmente escribiendo melodías para otros artistas, saltó a la fama con su propia marca pegadiza y segura. Su discografía explora un espectro de géneros, desde los ritmos impregnados de Motown de "Dear Future Husband" hasta las vibraciones con tintes isleños de "Me Too", siempre interpretadas con su descaro y claridad vocal característicos. Su impacto trasciende las meras ventas de música; desató un cambio cultural, fomentando la autoaceptación y desafiando los cánones de belleza tradicionales. Las colaboraciones con artistas como Harry Styles y Charlie Puth mostraron su versatilidad. Continuando su evolución, Meghan Trainor sigue siendo una voz relevante en el pop, explorando actualmente temas de la maternidad y el crecimiento personal en sus trabajos recientes, consolidando su estatus como una artista que no tiene miedo de ser auténtica.