Eternal, la potencia británica del R&B de los 90, no era solo un grupo de chicas; eran un antídoto sofisticado al pop chicle que dominaba las listas. Las hermanas Easther y Vernie Bennett, junto con Kéllé Bryan y más tarde Louise Redknapp, forjaron un sonido que mezclaba armonías soul con sensibilidades hip-hop, creando una marca de R&B distintivamente británica. Piensa en En Vogue con Soul II Soul, con un toque de TLC en sus inicios. Su álbum debut, "Always & Forever", las catapultó a la fama en 1993, con éxitos como "Stay" y "Just a Step From Heaven". Estos no fueron solo éxitos en las listas; fueron referentes culturales, definiendo la banda sonora de una generación. Eternal representó un cambio en el pop británico, allanando el camino para otros artistas de R&B y desafiando el dominio de las importaciones estadounidenses. Sus armonías características y su producción elegante, a menudo cortesía de creadores de éxitos como Dennis Charles, consolidaron su estatus como artistas genuinas, no solo un producto pop fabricado. A pesar de los cambios de formación y los proyectos en solitario, el impacto de Eternal sigue siendo innegable. Su influencia se puede escuchar en artistas contemporáneos que mezclan R&B con sensibilidad pop. Aunque una reunión completa sigue siendo difícil de alcanzar, su catálogo sigue resonando, un testimonio de su atractivo perdurable y la calidad atemporal de su música.