Desde la tormenta metalcore de Sheffield hasta ser cabezas de cartel en estadios a nivel mundial, la evolución de Bring Me The Horizon es menos la trayectoria de una banda y más un terremoto que sacude los géneros. Inicialmente una fusión brutal de deathcore y metalcore, como se evidencia en su debut *Count Your Blessings*, la banda, liderada por el vocalista Oli Sykes, ha desafiado implacablemente la categorización. No solo refinaron el metalcore, sino que comenzaron a desmantelarlo, inyectando florituras electrónicas y coros de himno. El avance llegó con *Sempiternal* (2013), un álbum trascendental que conservó su intensidad pero abrazó la melodía y las texturas atmosféricas. Este cambio se solidificó con *That's the Spirit* (2015) y *amo* (2019), que incorporaron audazmente sensibilidades pop y música electrónica. Puede que los críticos inicialmente se burlaran, pero las multitudes de tamaño de estadio cantando al unísono temas como "Throne" y "MANTRA" dicen mucho. Bring Me The Horizon ya no es solo una banda de metal; son un fenómeno cultural, que influye en una nueva generación de artistas que difuminan las líneas entre los géneros. Las colaboraciones con artistas como Grimes y Machine Gun Kelly subrayan su negativa a ser confinados. Su serie *POST HUMAN* en curso, que explora diversos paisajes sonoros, demuestra que Bring Me The Horizon continúa evolucionando, desafiando y redefiniendo el rock moderno.