Bobby Pulido, la voz que desató miles de enamoramientos tejano y que, podría decirse, revitalizó el género para una nueva generación, es mucho más que una cara bonita. Es el arquitecto de un sonido que fusionó sutilmente las influencias del conjunto tradicional con un brillo pop, creando éxitos que se sentían tan cómodos en la radio Top 40 como en las quinceañeras. Pulido no solo heredó un legado; lo transformó. Su estilo, a menudo denominado "Tejano Pop", le debe mucho a su padre, el legendario Roberto Pulido, pero Bobby inyectó una energía juvenil y un carisma innegable a la fórmula. Piensa en riffs de acordeón sintetizados superpuestos a melodías pegadizas y letras cargadas de emoción. "Desvelado", el himno de los adolescentes enamorados de 1996, lo catapultó al estrellato. El impacto de Pulido va más allá de la música. Se convirtió en un ícono cultural, un símbolo de una nueva identidad tejana que abrazaba tanto la tradición como la modernidad. Ha colaborado con numerosos artistas, incluida Selena Quintanilla (antes de su trágico fallecimiento, un momento crucial en la historia de la música tejana que impactó profundamente a Pulido), aunque gran parte de su éxito proviene de su trabajo en solitario. Siempre evolucionando, Pulido continúa de gira y grabando, manteniendo su relevancia manteniéndose fiel a sus raíces mientras experimenta con sonidos contemporáneos, asegurando así su lugar como una leyenda tejana.