Si hay una constante en el universo de Big Wild, es la evolución. Jackson Stell, la fuerza creativa detrás del nombre, no se conforma con quedarse quieto. Es un arquitecto sónico, construyendo paisajes sonoros vibrantes que mezclan sensibilidades indie-electrónicas con influencias de la música mundial, todo impulsado por una energía bailable y palpitante. El sello distintivo de Big Wild es su capacidad para crear experiencias inmersivas, igualmente adecuadas para auriculares y festivales. Inicialmente ganó tracción con remixes que reimaginaban canciones de artistas como ODESZA y Zhu, mostrando su habilidad para la ingeniosidad melódica y los ritmos contagiosos. Sin embargo, su álbum debut, "Superdream", consolidó su estatus como productor y compositor por derecho propio. El álbum fue elogiado por sus coros himnescos, su intrincada producción y la forma en que entrelaza elementos de funk, pop y percusión tribal. La trayectoria de Big Wild se ha caracterizado por una voluntad de experimentar y romper barreras. Sus presentaciones en vivo son famosas por su dinamismo y las propias proezas multiinstrumentales de Stell. Es un artista visual tanto como un artista sonoro, diseñando portadas de álbumes y escenografías que complementan su música. Los lanzamientos recientes lo han visto refinar aún más su sonido, insinuando nuevas y emocionantes direcciones para este artista en constante evolución.