
Impulsada por una energía cruda, casi primitiva, Bad Bad Bird no es solo una artista, sino una exploradora sónica, trazando los territorios indómitos de la música electrónica experimental. Esta productora de Montreal, conocida por crear paisajes sonoros profundamente texturizados, se inspira en el ruido industrial, el ambient oscuro y el pulso rítmico del techno, forjando un sonido que es a la vez inquietante y cautivador. Su trayectoria profesional, aunque aún en ascenso, la ha visto pasar de sets underground en almacenes a escenarios de festivales cada vez más importantes, un testimonio del poder visceral de sus presentaciones en vivo. La música de Bad Bad Bird no es para escucharla pasivamente; es una confrontación, un desafío para que el oyente se involucre con el sonido a un nivel fundamentalmente visceral. Le preocupa menos los ganchos y más la construcción de intrincadas capas de decadencia y resurgimiento sónico, creando una experiencia que trasciende el mero entretenimiento. Si bien las colaboraciones aún son relativamente escasas, su presencia dentro de la escena electrónica de Montreal se ha consolidado, y sus recientes exploraciones incorporando la síntesis modular en sus sets en vivo prometen un futuro aún más impredecible y convincente. Su sonido, austero e intransigente, la posiciona como una voz vital en la evolución de la electrónica experimental.